Esto nos permitió encontrar en el corazón de los Andes un lugar sagrado, creado por la naturaleza para elevar la energía vital y producir armonía a su alrededor. Aquí hemos construido un sitio de encuentro para buscadores de sabiduría, de armonía y paz.
Sembramos la semilla de una comunidad cuyo objetivo sea impulsar la evolución de la conciencia y la espiritualidad. Unimos razón e intuición para permitir que naciera el realismo mágico que este paraíso ofrece a quien viene a experimentar su energía, a meditar en el jardín de las hadas, a contemplar el agua que surge de los dragones de colores, la vista de una laguna y montaña sagrada para la comunidad Muisca o a percibir el delicioso olor de los caballeros de la noche. No es una casualidad que Arcobaque esté sobre la laguna de Ubaque, una de las 7 lagunas sagradas de nuestros ancestros Muiscas. Aquí enseñaban astronomía uniendo con líneas imaginarias las estrellas, mientras en unidad con la naturaleza escuchaban el concierto que crean las ranas todos los días. Nuestra única misión es servir.